Tragedia en Texas: Más de 160 personas desaparecidas tras inundaciones devastadoras

Lo que está pasando en Texas es una verdadera tragedia. El gobernador Greg Abbott confirmó que más de 160 personas siguen desaparecidas después de las inundaciones que ya mataron a más de 100 personas durante el fin de semana del 4 de julio.
La cosa empezó mal desde el viernes 3 de julio. Los meteorólogos ya habían dado múltiples avisos: alertas de inundación y emergencias de inundación repentina basadas en datos de radar que predecían lluvias intensas hasta la mañana del 4 de julio. Pero mira, cuando la naturaleza se pone brava, no hay quien la pare.
Lo más duro fue en el condado de Kerr, especialmente en Kerrville. Las aguas del río Guadalupe se desbordaron y alcanzaron 34 pies de altura, causando un daño masivo. Para que te hagas una idea, una pareja, María y Felipe Tapia, que vivían como a 200-300 pies del río Guadalupe, describieron cómo su casa se llenó de agua en apenas 10 minutos, obligándolos a nadar para salir a salvo.
Entre los casos más desgarradores está el del Camp Mystic, un campamento de verano para niñas. Las autoridades confirmaron que 27 niñas del campamento cristiano fueron arrastradas por las aguas torrenciales y siguen buscándolas. Es una pesadilla para cualquier padre, imagínate.
Lo que más me llama la atención es que Abbott está advirtiendo que las inundaciones repentinas podrían seguir siendo peligrosas en algunas regiones durante los próximos días, ya que se espera "más lluvia intensa". O sea, esto no ha terminado.
Las autoridades están trabajando sin descanso. Hasta ahora han rescatado a 237 personas en lo que llaman una "catástrofe extraordinaria". También Ron DeSantis, el gobernador de Florida, envió tres equipos de rescate acuático a Texas para ayudar.
Pero aquí viene lo polémico: este desastre ha puesto en tela de juicio la efectividad del Servicio Meteorológico Nacional y si tenían suficiente personal. También están cuestionando qué tan bien funcionaron las respuestas de emergencia al principio. Es típico que después de una tragedia así salgan a relucir las fallas del sistema.

La verdad es que cuando uno ve estas imágenes, se da cuenta de lo vulnerable que somos ante la naturaleza. En Cuba conocemos bien el tema de los huracanes y las inundaciones, pero esto de Texas te recuerda que en cualquier momento, en cualquier lugar, puede pasar algo así.
Las familias están desesperadas buscando a sus seres queridos, los equipos de rescate trabajando contra reloj, y el gobernador reconociendo que las condiciones del terreno devastado hacen muy difícil las operaciones de búsqueda.
Es una situación que te parte el alma, sobre todo cuando piensas en esas niñas del campamento. Esperemos que encuentren a más sobrevivientes y que las familias puedan tener algo de paz en medio de esta tragedia.